domingo, 7 de junio de 2009

De La Cueta a la Loma de los Michos


La braña del Rañadoiro, con las montañas al este de La Cueta: Salgueiro (2.152 m, centro) y la montaña bicéfala de Punta la Sierra (2.155 m.) y Peña los Años (2.158 m.) a la izquierda

Al oír el nombre de La Cueta, pueden venir a la mente tres ideas: que se está hablando del pueblo más alto de la provincia de León, a 1.460 metros de altitud; que es un buen lugar para ir a comer; o también que a poca distancia de allí nace el río Sil. El objeto del reportaje que se describe a continuación no guarda relación ni con la segunda ni con la tercera. Seguramente es una de las rutas más sosas que tienen como punto de partida La Cueta, pero por eso precisamente no aparecerá en ninguna descripción en internet. Aunque lo de soso tampoco es cierto, porque los paisajes de Babia, sean donde sean, siempre tienen su particular encanto.


Saliendo de La Cueta por la pista que se dirige hacia el puerto de Somiedo


La Cueta se refugia bajo la tutela de este cerro con forma de dragón dormido. Detrás, el Salgueiro (2.152 m.)

Atravesando todo el pueblo de La Cueta, y cruzando el río junto al restaurante, al lado de una fuente aparece una puerta metálica cerrada con candado. Por un lateral, hay espacio suficiente para que pasen los peatones. Del otro lado, un ancho camino de tierra poco a poco se va convirtiendo en pista, y asciende suavemente en dirección norte, paralela al río, aunque unos metros por encima de él. En poco tiempo llegamos a un gran muro cuadrado en el que no se ve nada más, pero que resulta ser el cementerio. Mirando al frente, aparece de fondo la ancha forma de Peña Chana. Menos de un kilómetro después del cementerio, alcanzamos un cruce de la pista, donde un ramal -el principal- gira completamente a la izquierda y comienza a subir hacia un collado. Ésta es la pista que se dirige hacia el puerto de Somiedo, a algo más de tres kilómetros de distancia de aquí. En muy poco tiempo se llega al collado, desde el que se tiene una buena vista sobre el Cornón y la Penouta. Mirando atrás, en dirección opuesta, asoma ligeramente la puntiaguda cumbre de Peña Orniz.


Peña Chana (2.068 m.), siempre de fondo al norte


La mole del Cornón (2.188 m.) y a su derecha, la Penouta (1.976 m.) desde el collado de la pista entre La Cueta y el puerto de Somiedo. En medio, el gran espacio vacío


Desde el collado, la pista desciende a la gran hoya glaciar del valle del arroyo del Fuexu

Descendiendo otro kilómetro por la pista desde el collado, llegamos casi al fondo de la ancha hoya glaciar de más de un kilómetro de anchura, en la que no hay absolutamente nada, excepto pastos. Ni un árbol, por supuesto. Un camino casi borrado al principio sale a mano derecha y se dirige hacia el norte, por la hondonada del arroyo de la Pradiella. Al llegar junto a unos muros de piedra, el camino muere. A nuestra izquierda aparece un diminuto chozo con techo de teja. Bordeando el muro y atravesando una alambrada por su punto más bajo, se pasa justo junto al tejado del chozo, donde aparece otro camino que se va limpiando de vegetación según vamos de nuevo hacia el norte. Por él llegamos al arroyo de la Pradiella, que el camino vadea al llegar a otro muro circular de piedra. A partir de ahí ya no hay camino ni sendas continuas. Bordeando el muro por la izquierda llegamos a un chozo circular, que aún conserva el techo de piedra (no recuerdo ahora mismo ningún otro en esta porción de la provincia de León que aún se mantenga el pie). Junto a él, un depósito de agua abandonado. Salvando como mejor se puede los puntiagudos arbustos, nos dirigimos de nuevo hacia el arroyo de la Pradiella, donde confluyen los restos de algunas sendas, que lo cruzan. Por encima, una peña ancha y de poca altura a cuya izquierda hay un gran corral, que figura en el mapa militar.


Habiendo abandonado ya la pista, y dirigiéndose por un camino hacia el norte. En el centro de la imagen, Peña Salgada (1.979 m.)


Chozo aún en pie en el valle del Rebezu


El valle del Rebezu, desde la peña encima del corral. A la izquierda, la Peña de Orbia (1.830 m.)

A partir de este punto, se puede ascender con facilidad por cualquier punto de la montaña. Un marcado sendero de ganado se dirige hacia la cima de la peña que antes mencionaba, atravesando una franja rocosa muy pisada, pero que requiere el uso de las manos. Otra senda, que luego se evapora, bordea la peña por la izquierda. Desde la cima, situada a unos 1.600 metros de altura, una amplia y difusa loma se dirige hacia el collado 1748, al norte de la braña o majada del Rañadoiro. Poco antes de llegar al collado me topo con un sendero horizontal que va paralelo al cordal, y que tomo en dirección norte hacia el collado. Desde aquí, ya sólo queda la subida final por el cordal principal hacia la Loma de los Michos, que sirve de límite con Somiedo, y donde nos esperan magníficas vistas. Recién comenzada la ascensión, un sendero aprovecha un estrato de roca triturada para dirigirse hacia la derecha, en dirección al collado El Muñón, mientras que de frente, aunque ya escorándose ligeramente hacia la izquierda, sigue el sendero que va al collado al oeste de la Loma de los Michos, por donde pasa un sendero de pequeño recorrido del puerto de Somiedo a la braña de Sousas. A la izquierda (oeste) del pequeño collado, impresiona la dentada arista de la sierra del Rebezu, que concluye en el Alto del Rebezu o Peña Salgada. A mis pies, el hermoso descenso a la braña de Sousas, de un verde intenso, aunque aún con mucha nieve. La vista es espectacular, y aunque la subida desde La Cueta ha sido hermosa, no hay punto de comparación con lo que se abarca desde aquí.


La sierra del Rebezu, próximos ya al collado que separa Babia de Somiedo


Ya en la Loma de los Michos, vista hacia el oeste: de izquierda a derecha, sierra del Rebezu (1.909 m.), Loma Roja (1.925) y Peña la Franca (1.933 m.)


Peña Orniz (2.188 m.), que es, junto con el Cornón, la montaña más alta de Somiedo


Bajo Peña Chana (2.068 m.) se ve el collado de El Muñón (1.847 m.). Un poco antes, de la brecha que se aprecia abajo a la derecha, sale un sendero que vuelve hacia el cordal del Alto del Rañadoiro (1.784 m.)

Desde el collado, recorro la Loma de los Michos, que no ofrece ninguna dificultad, hasta otro collado, previo a del Muñón, y más estrecho y marcado. Desde aquí tomo el final de una senda, que me devuelve a la loma de ascenso desde la braña del Rañadoiro, por encima del collado 1748. Bordeo el Alto del Rañadoiro (1.775 m.) por el sendero que ya recorrí antes, y a través de un lapiaz, llego a la braña del mismo nombre, que consiste en una horrorosa caseta adosada a un muro rectangular que, por el olor, hace de corral para algún rebaño de cabras y se usa con frecuencia. Unos metros a la izquierda de la cabaña, invisible desde ella, sale el inicio de una pista, que en zigzag, se dirige en dirección hacia La Cueta. Lo que era inicialmente una pista, se convierte en un mal camino donde abunda la hierba para, al llegar a otras dos construcciones y un abrevadero seco, volver a convertirse en pista. En unos minutos, llego a la pista que se dirige al puerto de Somiedo, y de ahí, ya por terreno conocido, de vuelta a La Cueta. A pesar de ser un lunes, hay gente comiendo en el restaurante.


Los neveros, muy rígidos por ser de nieve de principios del invierno, se van ahuecando por el interior cuando discurren arroyos bajo ellos y ofrecen peligrosos puentes de nieve que pueden dar más de un susto


Cabañas y abrevadero en el descenso, ya en el valle de Fasgares, que es el arroyo que se une al Sil en La Cueta




Mapa extraído de Google Maps con la ruta realizada en trazo rojo. Pulsar en la imagen para ampliar






Mapa global del espacio natural Alto Sil con la ruta realizada en trazo azul. Pulsar en la imagen para ampliar


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2 comentarios:

  1. Paisaje excepcional y, a la vez, (como toda zona de alta montaña), de vida muy dura para sus habitantes. Pero, para disfrutar de esas vistas, a mí no me importaría estar en Babia....... con más frecuencia.

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  2. Estar en Babia, en todos los sentidos posibles, es un respiro necesario de vez en cuando. Supongo que antes los habitantes de Babia no tendrían mucho tiempo de estar en Babia (en el otro sentido), por sus duras condiciones de vida.

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